El punto de humo es la temperatura a la que aparece humo en la superficie del aceite durante la cocción. Un dato que es más importante de lo que parece, porque además de reflejar que el aceite ya está muy caliente, es señal de que está empezando a perder sus propiedades e incluso volverse tóxico. Cuando esto sucede, el principal problema es la formación de polímeros grasos, lo que conlleva un alto riesgo de eventos cardiovasculares a largo plazo. Pero el aceite usado no solo es peligroso para la salud, también es capaz de estropear los alimentos (que absorben el aceite) y termina oliendo y sabiendo extraño. Pero, por si fuera poco, el aceite reutilizado presenta un peligro añadido cuando lo que se fríe contiene poca proteína y una gran base de azúcar. Por eso es tan importante freír alimentos bajos en azúcar. Y si lo haces, y eres de los que les gusta freír churros los domingos de invierno, asegúrate siempre de que el aceite esté limpio.
La espuma que se forma en el fondo de la freidora o sartén es una de las señales de que hay que cambiar el aceite. Pero si lo hemos filtrado y limpiado, no tiene por qué suceder. Una señal clave de que sabe que su aceite necesita ser cambiado es la aparición de burbujas, llamadas aceite rancio.
Aceite de girasol o de oliva
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Así que probablemente te estés preguntando cuál es el mejor aceite para freír teniendo en cuenta todo esto. Tienes que recordar que mientras no lo uses más de dos veces no tendrás ningún problema, pero hay que tener en cuenta varios detalles, tanto en relación al tipo de aceite que usas como a los alimentos que cocinas. . , así como si sale o no humo al cocinar con él.
Consejos para su correcto uso.
- Evite el sobrecalentamiento. Nunca supere una temperatura de 180º, porque a partir de esta temperatura aumenta el grado de formación de compuestos nocivos para la salud. El aceite nunca debe humear, ya que esto es una señal de que se ha excedido la temperatura segura. Si nos pasa, lo mejor es deshacernos de él.
- No mezclar aceites. Nunca mezclaremos la aceituna con el girasol, u otras semillas, ni lo viejo con lo nuevo.
- Eliminar las impurezas antes de almacenar. Para ello utilizaremos un colador fino que retenga la mayor cantidad de suciedad posible.
- El agua acelera su descomposición. Por tanto, si lavamos la comida, nos aseguraremos de que esté lo más seca posible antes de freírla, para que no le eche agua al aceite. Asimismo, no taparemos la sartén para que el agua no se condense en la tapa y caiga en el aceite.
- Mira su apariencia. Si después de varios usos aparece muy espeso o turbio, esto indica que es hora de desecharlo.
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¿Cuál es la mejor manera de freír con aceite de girasol?
Siempre es mejor usar aceite limpio para freír. No obstante, para que el aceite no se queme y mantenga sus propiedades, es recomendable freír siempre a una temperatura inferior a 175°C, temperatura que muchas freidoras pueden superar fácilmente, pero que también limita la reutilización del aceite. .
Al menos es recomendable cambiar el aceite después de algunos usos, es decir, no debe pasar de los 3 usos y si cocina en grandes cantidades, es mejor filtrar el aceite entre cada cocción para que lo más limpio posible.
¿Cuántas veces se puede usar aceite para freír?
Ante la pregunta del millón no hay una respuesta universal. Porque el número de veces que podemos reutilizar el aceite de freír depende de varias variables; tipo de aceite, temperaturas, tipo de alimento o envase.
No está claro cuántas veces se puede usar un aceite, ni cuál es la duración máxima de uso. Prácticas como limpiar diariamente los restos de alimentos mediante colado o escurrido, agregar aceite nuevo para reemplazar el aceite absorbido de los alimentos para mantener el nivel, y preferiblemente usar utensilios de vidrio y aluminio para freír, son prácticas recomendadas para extender la vida útil de los aceites.